Administración de cannabis

La forma de tomar el cannabis medicinal determina la aparición, intensidad y duración de cualquier efecto. Por lo tanto, es importante elegir la vía de administración, o la dosificación correcta. La vía correcta ayuda a los pacientes a controlar su dosis diaria total, los momentos de las tomas y la frecuencia de uso. También ayuda a reducir el riesgo de efectos secundarios. El médico del paciente recomienda la vía de administración más adecuada para la respuesta del tratamiento y las necesidades del paciente.

A continuación encontrará información general sobre las vías de administración y las dosificaciones más frecuentes del cannabis medicinal. También puede informarse sobre los métodos que las farmacias utilizan para preparar cannabis medicinal para pacientes.

• Inhalación (via pulmonar)
• Mucosa bucal (dentro de la boca/mejilla)
• Oral (por la boca)
• Fórmulas magistrales farmacéuticas
• Aceite de cannabis

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La administración por viía pulmonar es una vía muy común. Ello se debe a la rápida absorción de los cannabinoides (es decir, del THC y el CBD) por los pulmones. Es necesario un producto sanitario para garantizar una administración más segura y uniforme. Con un producto sanitario, los médicos pueden aconsejar a los pacientes cómo alcanzar poco a poco una dosificación óptima (ajuste de la dosis). Actualmente existen tres productos sanitarios registrados que se han creado específicamente para el uso medicinal del cannabis:

Volcano Medic – Un vaporizador de mesa que emite vapor de canabinoides a partir de flores secas de cannabis y de cannabinoides líquidos disueltos en alcohol.

Mighty Medic – Un vaporizador portátil que emite un vapor de cannabinoides a partir de flores secas de cannabis.

SyqeAir – Un inhalador certificado conforme a las prácticas correctas de fabricación de la UE, creado para su uso sanitario profesional o por pacientes con licencia. Emite dosis medidas y uniformes de cannabinoides a partir de cannabis de espectro completo en forma de aerosoles. Actualmente, el producto solo está disponible en Israel y Australia.

Con la administración a través de la mucosa bucal, los cannabinoides (THC y CBD) son absorbidos a través de la mucosa bucal (la membrana mucosa del interior de la boca). La dosis normalmente se administra de forma sublingual (bajo la lengua) o bucal (dentro de la mejilla) en forma de solución, aerosol u oblea de disolución rápida. Entre los productos que suelen administrarse a través de la mucosa bucal están las soluciones de extracto de aceite de cannabis (vea más abajo el apartado sobre aceites de cannabis).

Las preparaciones orales con cannabis son parecidas a otros medicamentos que posiblemente ya estén tomando los pacientes. Los productos de administración oral pueden ser soluciones, comprimidos o cápsulas. Sin embargo, con la dosificación oral, la absorción del TCH y el CBD puede ser muy baja. Se estima que solo se absorbe un máximo del 6 % del total ingerido. Ello se debe a que los canabinoides son sometidos a una primera metabolización profunda en el hígado después de tragarse. Las concentraciones bajas en sangre y el periodo de tiempo que se tarda en alcanzar la concentración sanguínea máxima (unos 120 min) retardan el inicio de la acción y la duración de los efectos.

El cannabis medicinal puede prepararse con una fórmula y una dosis específica mediante una preparación magistral. Esto depende de la receta del médico. Muchas farmacias pueden preparar productos como comprimidos, aceites, cápsulas, aerosoles o pomadas. Los medicamentos magistrales no son fabricados por la industria farmacéutica. De hecho, las normas y los métodos de preparación varían, lo que implica una variación en el contenido de cannabinoides de distintas preparaciones y farmacias.

Los extractos de CBD y de cannabis de espectro completo (con cannabinoides, terpenos y otros componentes vegetales) normalmente son denominados “aceite de cannabis”. Los cannabinoides son extraídos de flores u hojas de la planta de cannabis, a menudo mediante un proceso de extracción con disolventes (CO₂ o etanol). Los extractos se ponen en una solución (preparación y dosis) que debe administrarse de forma sublingual u oral. Los aceites de cannabis en solución pueden fabricarse como fórmula magistral de farmacia. También son fabricados por el sector siguiendo los estándares farmacéuticos.