Vapear y vaporización

En los medios de comunicación se ha hablado mucho de los riesgos de vapear. Este artículo Vapear y vaporización analiza las diferencias entre vapear y la administración de cannabis en flor mediante vaporización.

No todos los vaporizadores son iguales

Muchos de nosotros hemos oído hablar de vaporizadores y, al instante, pensamos en los cigarrillos electrónicos o vapeadores. Sin embargo, estos no son los únicos tipos de dispositivos disponibles. Los vaporizadores (como dispositivos médicos) para la administración de cannabis en flor [1] son, de hecho, muy diferentes de los vapeadores o cigarrillos electrónicos. El vapor no contiene nicotina ni lleva sustancias como el propilenglicol líquido o el glicerol, vitaminas o sabores sintéticos. [i] [ii] [iii] Las grandes nubes de vapor socialmente intrusivas de los «cigarrillos electrónicos» no se aplican al uso medicinal del cannabis en flor por vaporización.

Los dispositivos de vaporización no incluyen líquidos, sino cannabis seco, que se calienta mediante un control exacto de la temperatura, lo que libera de manera eficiente los ingredientes activos sin productos tóxicos derivados.

Los dispositivos de vaporización ofrecen a los pacientes un sistema de consumo eficaz, seguro, y fácil de utilizar para el cannabis en flor. [iv] [v] El vapor inhalado contiene THC, CBD y terpenos [2] en cantidades constantes y medibles. El uso de un dispositivo vaporizador de alta calidad evita las desventajas respiratorias de fumar [vi] y de la inhalación de los compuestos de vapeadores líquidos.

Cannabis en flor de calidad farmacéutica

Para que la vaporización sea verdaderamente efectiva, el producto de cannabis que se utiliza debe ser de calidad farmacéutica. El cannabis en flor totalmente estandarizado asegura la composición de la dosificación, la repetibilidad y la capacidad del paciente y del prescriptor de ajustar eficazmente la dosis por titulación. El cannabis en flor de calidad farmacéutica también es necesario desde el punto de vista de la seguridad del paciente: está libre de contaminantes, como microbios, pesticidas, metales pesados y otros compuestos tóxicos, cualidades que hacen que el vapor sea seguro para la inhalación en los pulmones.

Vapear y vaporización

Una vía de administración eficiente

La vía de administración más eficiente del cannabis medicinal es por inhalación. De hecho, la administración por inhalación es una manera rápida de inducir niveles de suero medibles de cannabinoides. [vii]

Un dispositivo médico de vaporización, en comparación con el tabaquismo o el vapeo, [3] reduce drásticamente las concentraciones de compuestos tóxicos como el monóxido de carbono, el amoniaco y los carbohidratos poliaromáticos (CPA). En comparación con el tabaquismo, son posibles mayores niveles terapéuticos de THC, así como una extracción y una distribución constantes y reproducibles del THC. [viii] [ix]

El vapor es rápidamente absorbido por los pulmones, permitiendo que los pacientes titulen efectivamente para optimizar su dosis en función de la gravedad de los síntomas, la tolerabilidad y la evitación de efectos secundarios. El inicio rápido de los efectos del uso de cannabinoides inhalados permite una titulación más sencilla de la dosis, mientras que los productos estandarizados de cannabis permiten a los pacientes administrar una dosis exacta. [vi] [x][xi][xii]

Perspectivas del paciente y la oferta de opciones terapéuticas

Los prescriptores, los farmacéuticos y los pacientes deben conocer las diferencias entre los «cannabinoides para vapear» y el «cannabis en flor para vaporización».

La importancia de la vaporización se subraya en las encuestas sobre el uso de los pacientes. La mayoría de los encuestados informan de puntuaciones más altas de satisfacción (aprobación) con la administración por inhalación. En general, con la planta entera, los medicamentos a base de cannabis herbario recibieron puntuaciones más altas que otros productos que contenían cannabinoides aislados. [xiii] [xiv]

Los pacientes buscan un vaporizador fiable, asequible y portátil para administrar el cannabis en flor. Actualmente se está realizando una investigación dedicada a avanzar la tecnología de administración. Algunos ejemplos de grandes novedades en los dispositivos de vaporización, que utilizan cannabis en flor estandarizado, incluyen el vaporizador Volcano®, el vaporizador Mighty Medic (Storz & Bickel) [xv] [xvi] [xvii] y el inhalador Syqe® (Syqe Medical) [xviii] [xix].  Todos los dispositivos han confiado en el cannabis en flor estandarizado de Bedrocan para sus pruebas de calidad y ensayos clínicos.

Los dispositivos en forma de vaporizador médico, con dosis estandarizadas, subrayan la garantía de calidad, la seguridad y la eficacia. Con estos avances técnicos de administración, fumar cannabis en flor pronto puede ser algo del pasado. Con el respaldo de estudios científicos adecuados, el cannabis en flor se convertirá en una terapéutica aceptable entre pacientes, prescriptores y autoridades reguladoras. [xx]

Pensar en el futuro: decisiones políticas críticas

Debe reconocerse que, con frecuencia, los vapeadores para inhalación de cannabinoides no se someten a ningún tipo de pruebas técnicas o clínicas. Por el contrario, y en comparación, hay diversos dispositivos para administrar cannabis en flor por vaporización que cuentan con sólidos estudios clínicos y técnicos.

En lo que respecta a la administración, las políticas futuras deben ser claras y obvias. Por ejemplo, en Países Bajos, Alemania, Australia y Nueva Zelanda, se disuade activamente de fumar cannabis en flor o no se permite, respectivamente. Pero las directrices clínicas apoyan el consumo de cannabis en flor para inhalación cuando se administra por vaporización.

Aunque hay similitudes entre los métodos de administración —el vapeo frente a la vaporización—, una prohibición absoluta de la inhalación o con dispositivos de vaporización para administrar cannabis en flor no tendría ningún sentido. Esto repercutiría en las opciones de la administración y en las opciones de los prescriptores y los pacientes. También afectaría a su uso válido en los hospitales y hospicios, en los centros de reposo y en los entornos domésticos.

[1] El cannabis en flor de calidad farmacéutica totalmente estandarizado son las flores secas enteras de la planta de cannabis, que se estandariza genética y químicamente, de conformidad con la normativa farmacéutica, con una composición definida de cannabinoides y terpenos. Además, está libre de contaminantes, como contaminantes microbianos (mohos, hongos y bacterias), pesticidas (residuos), aflatoxinas, impurezas y metales pesados.

[2] Los terpenos son uno de los componentes principales del Cannabis sativa. Responsables del aroma de la planta, los terpenos también pueden actuar en sinergia con los cannabinoides. x

[3] Cuando se administra cannabis en flor de calidad farmacéutica.

Referencias

[i] Douglas, H., Hall, W., Gartner, C. (2015). E-cigarettes and the law in Australia. Australian Family Physician. 44 (6): 415-418.

[ii] Jensen, P., Luo, W., Pankow, J., Strongin, R., Peyton, D. Hidden formaldehyde in e-cigarette aerosols. New England Journal of Medicine. 372 (4): 392-393.

[iii] Editorial and Review (2019). E-Cigarettes and Vaping-Related Disease. New England Journal of Medicine. Online: https://www.nejm.org/vaping

[iv] Eisenberg, E., Ogintz, M., Almog, S. (2014). The pharmacokinetics, efficacy, safety, and ease of use of a novel portable metered-dose cannabis inhaler in patients with chronic neuropathic pain: A Phase 1a study. Journal of Pain & Palliative Care Pharmacotherapy. 28:216–225.

[v] Hazekamp, A., Ruhaak, R., Zuurman, L., van Gerven, J., Verpoorte, R. (2006). Evaluation of a vaporizing device (Volcano) for the pulmonary administration of tetrahydrocannabinol. Journal of Pharmaceutical Sciences. 95(6):1308-17.

[vi] Pomaahcova, B., Van der Kooy, F., Verpoorte, R. (2009). Cannabis smoke condensate III: the cannabinoid content of vaporised Cannabis sativa. Inhalation Toxicology. 21(13): 1108-12.

[vii] Grotenhermen, F. (2003). Pharmacokinetics and pharmacodynamics of cannabinoids. Clinical Pharmacokinetics. 42: 327-360. Also, Grotenhermen, F. (2004). Clinical pharmacodynamics of cannabinoids. Journal of Cannabis Therapeutics. 4(1): 29-78.

[viii] Abrams, D., Vizoso, H., Shade, S., et al. (2007) Vaporization as a smokeless cannabis delivery system: a pilot study. Clinical Pharmacology and Therapeutics. 82 (5): 572 – 8.

[ix] Gieringer, D., Laurent, J., Goodrich. (2004). Cannabis Vaporizer Combines Efficient Delivery of THC with Effective Suppression of Pyrolytic Compounds. Journal of Cannabis Therapeutics. 4(1)

[x] Hazekamp and Heerdink (2013). The prevalence and incidence of medicinal cannabis on prescription in The Netherlands. The European Journal of Clinical Pharmacology.

[xi] Van de Donk, T., Niesters, M., Kowal, M., Olofsen, E., Dahan, A., Van Velzen, M. (2019). An experimental randomized study on the analgesic effects of pharmaceutical-grade cannabis in chronic pain patients with fibromyalgia. Pain; 160: 860–869.

[xii] Russo, E. (2011). Taming THC: potential cannabis synergy and phytocannabinoid-terpenoid entourage effects. British Journal of Pharmacology. 163: 1344–1364.

[xiii] Hazekamp, A., Ware, M., Muller-Vahl, K., Abrams, D., Grotenhermen, F. (2013). The medicinal use of cannabis and cannabinoids: An international cross-sectional survey on administration forms. Journal of Psychoactive Drugs. 45 (3), 199–210.

[xiv] de Hoop, B., Hazekamp, A., Kopsky, D., Wijnkoop, L. (2016). Experiences and motives of medicinal cannabis patients: A cross-sectional questionnaire. Radboud Universiteit Nijengen, the Netherlands. (Unpublished work)

[xv] The Volcano® Medic vaporizer medical device is listed on the Medical Devices Active Licences Listing (Health Canada), licence No.: 82405.

[xvi] Hazekamp, A., Ruhaak, R., Zuurman, L., van Gerven, J., Verpoorte, R. (2006). Evaluation of a vaporizing device (Volcano) for the pulmonary administration of tetrahydrocannabinol. Journal of Pharmaceutical Sciences. 95(6):1308-17.

[xvii] Pomahacova, B., Van der Kooy, F., Verpoorte, R. (2009). Cannabis smoke condensate III: the cannabinoid content of vaporised Cannabis sativa. Inhalation Toxicology. 21(13):1108-12.

[xviii] Eisenberg, E., Ogintz, M., Almog, S. (2014). The pharmacokinetics, efficacy, safety, and ease of use of a novel portable metered-dose cannabis inhaler in patients with chronic neuropathic pain: A Phase 1a study. Journal of Pain & Palliative Care Pharmacotherapy. 28:216–225.

[xix]  Vulfsons S, Ognitz M, Bar-Sela G, Raz-Pasteur A, Eisenberg E (2019). Cannabis treatment in hospitalized patients using the SYQE inhaler: Results of a pilot open-label study. Palliative and Supportive Care, 1–6.

[xx] Van de Donk, T., Niesters, M., Kowal, M., Olofsen, E., Dahan, A., Van Velzen, M. (2019). An experimental randomized study on the analgesic effects of pharmaceutical-grade cannabis in chronic pain patients with fibromyalgia. Pain; 160: 860–869.

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