Aplicaciones
El cannabis medicinal se puede utilizar para diferentes enfermedades. Especialmente cuando los medicamentos tradicionales no ayudan de manera suficiente a los pacientes o cuando los efectos secundarios son demasiado graves.
Las investigaciones científicas han demostrado que el cannabis no cura enfermedades ni trastornos, pero sí puede aliviar los síntomas o ralentizar el avance de una enfermedad. Partiendo de datos clínicos aleatorizados, doble ciegos y controlados, los cannabinoides han demostrado su eficacia terapéutica para lo siguiente:
- Dolor crónico
- Esclerosis múltiple
- Náuseas, vómitos y apetito
- Síndrome de Gilles de la Tourette
- Glaucoma
Otras aplicaciones
Los cannabinoides también muestran resultados prometedores en el tratamiento sintomático de la hiperactividad, los trastornos de ansiedad y las alergias. Los pacientes suelen experimentar todo tipo de formas de automedicación al margen del tratamiento prescrito por su médico. En este sentido, el cannabis se utiliza para las siguientes enfermedades:
Aplicaciones
Dolor crónico
Indicación: Principalmente dolor asociado con el sistema nervioso, por ejemplo, dolor causado por nervios dañados, dolor fantasma, neuralgia facial o herpes zóster.
El dolor crónico severo parece ser la razón principal por la cual los pacientes consumen cannabis medicinal. Hay muchos tipos de dolor y el cannabis no influye en cada tipo de dolor de manera idéntica. Los efectos terapéuticos de los cannabinoides parecen ser más pronunciados en el dolor neuropático (el dolor ocasionado por una lesión o enfermedad que afecta a los nervios sensoriales). Dos ejemplos principales de este tipo de enfermedad es la esclerosis múltiple (EM), donde los nervios de los pacientes son atacados por su propio sistema inmunológico, y la fibromialgia, donde los nervios se vuelven hipersensibles e incluso un leve toque se percibe como doloroso.
Dolor crónico de fibromialgia
El cannabis puede ser un tratamiento alternativo para los pacientes con fibromialgia que no respondan al tratamiento habitual. Sin embargo, su aplicación puede verse limitada por la incidencia de acontecimientos adversos no graves.
Dolor agudo
Por el contrario, los estudios que miden los efectos sobre el dolor agudo (por ejemplo, el dolor postoperatorio) a menudo no muestran efectos beneficiosos del cannabis. Lo más probable es que esta diferencia esté relacionada con el papel que desempeñan los endocannabinoides en ambos tipos de dolor. Sin embargo, el mecanismo detrás de esta diferencia todavía no se entiende completamente.
Dolor neuropático
Estudios que evalúan las preferencias terapéuticas del paciente indican que para el dolor intenso la mayoría de los efectos secundarios de los cannabinoides son mejor tolerados que los que producen el uso prolongado de dosis altas de medicamentos opioides. El dolor neuropático crónico es un síntoma común y difícil de tratar, con opciones limitadas de tratamiento. Como consecuencia, incluso los modestos efectos terapéuticos de los cannabinoides pueden ser relevantes para los pacientes que sufren dolor.
Opiáceos
Debido a que el dolor crónico es difícil de tratar con cualquier medicamento, los cannabinoides a menudo han sido estudiados en combinación con otros tratamientos, incluyendo opiáceos fuertes como la morfina. Se encontró que los cannabinoides y opioides trabajan juntos con un fuerte efecto combinado. Este efecto se llama sinergia. Como resultado, la adición de cannabinoides a menudo puede dar lugar a una disminución de la dosis de opioides en un régimen de fármacos diario del paciente. Se ha observado que las terapias duales reducen los efectos secundarios leves a severos no deseados de los opioides, por ejemplo, náuseas y vómitos, tolerancia, sedación y depresión respiratoria.
Esclerosis múltiple
Indicación: Dolor y espasmos musculares o calambres asociados con esclerosis múltiple (EM) o daños en la médula espinal.
Junto con el dolor crónico, la esclerosis múltiple (EM) es la otra condición médica en la que los efectos a largo plazo de los cannabinoides han sido ampliamente estudiados, principalmente en la forma del producto farmacéutico Sativex®. Los estudios muestran que los pacientes no desarrollan tolerancia a los efectos medicinales, ni aumentan sus dosis con el tiempo para lograr el mismo resultado terapéutico. Aunque la evidencia médica que apoya el consumo de cannabis para la EM sigue siendo limitada, es importante señalar que lo mismo es cierto para la mayoría de los medicamentos convencionales para la EM.
Actualmente, numerosos pacientes de todo el mundo utilizan cannabis y cannabinoides para aliviar el dolor, los espasmos musculares o los calambres asociados con la EM o daños en la médula espinal. De hecho, la mayoría de los ensayos clínicos con medicamentos basados en cannabinoides se han centrado en la EM. La terapia estándar a menudo proporciona un alivio inadecuado y puede ser limitada por los efectos secundarios de la medicación. En consecuencia, los pacientes que sufren de EM han experimentado históricamente con terapias alternativas, incluido el cannabis, para mejorar su calidad de vida. Hoy en día existen evidencias científicas que apoyan los efectos beneficiosos de los cannabinoides en el dolor, los síntomas de la vejiga, temblores y espasticidad relacionados con la enfermedad. Además, el sueño mejora significativamente mediante el uso de cannabinoides, lo que resulta en un sueño más profundo y más largo.
Náuseas, vómitos y apetito
Indicación: Asociados con quimioterapia o radioterapia utilizadas en el tratamiento del cáncer. Apetito, pérdida de peso y debilitamiento debido a hepatitis C, cáncer o infección por VIH y SIDA.
El cannabis puede tener efectos fuertes sobre las náuseas y los vómitos resultantes de la quimioterapia o el tratamiento de radioterapia, la hepatitis C, la infección por el VIH o el SIDA. Desde 1986, el THC sintético (como Marinol®) ha sido aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) como estimulante del apetito en el caso de anorexia asociada con la pérdida de peso en pacientes con VIH/SIDA. Marinol® también ha sido aprobado como antiemético para pacientes con cáncer sometidos a quimioterapia. Estudios de apoyo sugieren que la adición de THC directamente antes y después de la quimioterapia ofrece más beneficios que los medicamentos antieméticos convencionales utilizados solos.
Se ha demostrado que el cannabis estimula el apetito, descrito como un fuerte deseo de consumir alimentos con un alto contenido de grasa o azúcar. Para estos pacientes, una ingesta alta de calorías puede contribuir al aumento de peso y a la absorción de nutrientes, a menudo cruciales en la lucha contra condiciones médicas tales como el síndrome de emaciación relacionada con el SIDA.
Aunque otros medicamentos están disponibles para tratar náuseas, vómitos o disminución del apetito, el efecto combinado del cannabis sobre todos estos síntomas a la vez lo convierte en una opción única para contribuir a mejorar la calidad de vida de un paciente. Para los pacientes que sufren de náuseas o vómitos, a menudo los medicamentos orales son inconvenientes. Para estos pacientes, la administración vía inhalación —usando un dispositivo médico de vaporización— reduce la carga de la medicación oral y alcanza niveles terapéuticos rápidamente.
Síndrome de Gilles de la Tourette
Indicación: Incapacidad para controlar la realización de movimientos o sonidos repetidos o rápidos.
El síndrome de Tourette es un trastorno neuropsiquiátrico, caracterizado por tics físicos (motores) y vocales (fónicos). Informes anecdóticos proporcionan alguna evidencia de que el cannabis es eficaz, no solo en la supresión de estos tics, sino también en el tratamiento de los trastornos psiquiátricos asociados, como el trastorno obsesivo-compulsivo. Los ensayos clínicos que investigan el efecto del THC (puro) en el tratamiento del Síndrome de Tourette mostraron una reducción significativa de los tics sin causar efectos adversos significativos. Debido a que los tics muy visibles tienen un enorme impacto en la vida social de los pacientes de Tourette, incluso un pequeño efecto del cannabis podría considerarse relevante. El THC puede, por lo tanto, ser un tratamiento prometedor del síndrome de Tourette en pacientes adultos, cuando los tratamientos de primera línea no logran reducir los tics.
Glaucoma resistente a la terapia
Indicación: Presión incontrolada de los ojos con glaucoma resistente a la terapia.
En los pacientes con glaucoma, un aumento progresivo de la presión dentro del ojo causa una pérdida gradual de la visión, resultando en ceguera total si no se trata. Estudios realizados en los años setenta demostraron que el cannabis, cuando se inhala o se ingiere, reduce efectivamente la presión ocular en la misma medida que los medicamentos estándar.
Aunque actualmente hay muchas opciones de tratamiento disponibles, el glaucoma sigue siendo una de las principales causas de ceguera irreversible en todo el mundo. El cannabis puede ser un tratamiento prometedor cuando los tratamientos convencionales no producen los efectos deseados. Sin embargo, la duración del efecto de reducción de la presión se da típicamente en el intervalo de varias horas. Por lo tanto, la medicina del cannabis requeriría la dosificación en los intervalos regulares.
Otras aplicaciones
Ansiedad
La relación entre el cannabis y la ansiedad es compleja. En términos de efectos agudos, por una parte, la administración de altas dosis de THC puede incrementar la sensación de ansiedad. Pero, por otra, algunas investigaciones sugieren que el CBD la reduce. Además, se ha demostrado que la administración de THC en combinación con CBD disminuye los efectos del THC que inducen la ansiedad. A pesar de ello, las evidencias clínicas disponibles son insuficientes para demostrar si los efectos del THC y del CBD en la ansiedad son duraderos. Concretamente, aparte de algunos datos clínicos limitados sobre los efectos agudos de ambos cannabinoides, no queda claro si el THC empeora el curso y el tratamiento de los trastornos de ansiedad. En cambio, no existen datos clínicos sólidos sobre los efectos beneficiosos a largo plazo del CBD en los trastornos de ansiedad. En este sentido, aunque parte de la evidencia disponible actualmente arroja esperanza sobre el posible uso del CBD como tratamiento eficaz para la ansiedad, se necesitan más investigaciones clínicas para determinar si este sería el caso.
Cáncer
Los cannabinoides tienen efectos paliativos en pacientes con cáncer mediante la reducción de náuseas, vómitos y dolor, estimulando el apetito y mejorando la calidad del sueño. Sin embargo, los estudios de laboratorio realizados en animales y células de cáncer aisladas han demostrado que los cannabinoides son capaces, bajo ciertas condiciones, de inhibir el desarrollo de células cancerosas de múltiples maneras.
Como resultado de estos emocionantes hallazgos, en internet ha aparecido un número creciente de cuentas no científicas alegando que el cannabis es una cura para el cáncer. A pesar de la investigación en curso, actualmente no hay evidencias sólidas de ensayos clínicos para apoyar tales afirmaciones.
No obstante, debe tenerse en cuenta que los efectos potenciales de los terpenos sobre el cáncer, ya sea solo o en combinación con los cannabinoides, todavía se deben tratar en estudios de laboratorio. De hecho, los efectos combinados de los cannabinoides y de los terpenos se reivindican, a menudo, como la diferencia principal entre las preparaciones herbarias “holísticas” del cannabis y los productos farmacéuticos basados solo en cannabinoides. Sin embargo, la naturaleza exacta de los efectos de las combinaciones de cannabinoides y terpenos aún no se ha estudiado.
Además, los métodos de extracción y/o las formas de administración utilizadas por los pacientes que se automedican a menudo difieren de los utilizados en estudios de laboratorio o en hospitales. Debido a esta brecha entre las experiencias de la vida real y la investigación clínica, sigue sin quedar claro el potencial curativo de los preparados herbarios de cannabis para el tratamiento de diferentes tipos de cáncer.
Epilepsia
Aunque la epilepsia puede estar bien controlada con los medicamentos existentes, un número significativo de personas con epilepsia no tiene un control adecuado de sus convulsiones. Aunque en casos complicados se puede considerar la cirugía, se trata de una operación delicada y complicada con un gran riesgo para el cerebro del paciente. Por lo tanto, en pacientes resistentes al tratamiento, el uso de cannabis puede parecer una alternativa viable. Ya en 1979, estudios realizados en ratas confirmaron los efectos anticonvulsivos del CBD (puro). En varios estudios posteriores realizados en animales y seres humanos (a pequeña escala), el CBD fue capaz de reducir la frecuencia y la gravedad de las convulsiones. En combinación con la ausencia de efectos psicoactivos, estos resultados muestran el potencial del CBD como candidato terapéutico para la epilepsia humana.
Enfermedades inflamatorias intestinales
Actualmente se están acumulando pruebas que sugieren que los cannabinoides pueden tener efectos beneficiosos sobre las enfermedades inflamatorias intestinales (EII), como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Los datos obtenidos de estudios en animales sugieren un papel homeostático (regulativo) del sistema endocannabinoide en el intestino e indican que la manipulación del sistema endocannabinoide puede influir en la motilidad gastrointestinal y tener un efecto antidiarreico. Sin embargo, los hallazgos de los estudios realizados en humanos apuntan a un cuadro más complejo. Específicamente, por un lado, las investigaciones han demostrado que fumar cannabis puede aumentar el apetito y el peso de los pacientes con EII, disminuir la actividad de la enfermedad y reducir la necesidad de otros medicamentos. Por otro lado, los estudios en seres humanos también han demostrado que los efectos de los cannabinoides sobre la actividad de la enfermedad pueden no ser tan potentes como se esperaba, especialmente en el caso de CBD administrado por vía oral. Además, los efectos beneficiosos sobre las EII parecen ser solo sintomáticos; hasta el momento no se ha confirmado ningún efecto antiinflamatorio. Para comprender mejor el papel de los cannabinoides en las EII se requieren estudios clínicos más controlados con diferentes métodos de administración.
Enfermedad de Parkinson
La investigación en animales demuestra que los cannabinoides pueden tener efectos neuroprotectores en el caso de la enfermedad de Parkinson (EP), mejorar los síntomas motores asociados con la enfermedad y el tratamiento a largo plazo con levodopa. En el caso de estudios en humanos, la evidencia es variada. Algunas investigaciones no mostraron ningún efecto beneficioso de los cannabinoides administrados por vía oral (tanto naturales como sintéticos) en los síntomas motores de la EP o en los inducidos por el tratamiento con levodopa. Por el contrario, los estudios observacionales con cannabis fumado, sugieren que los cannabinoides pueden mejorar los síntomas motores, como el temblor y la rigidez, reducir el dolor y mejorar el sueño de los pacientes con la EP. Además, aunque no se ha demostrado que el CBD influya en los síntomas de la EP, se ha sugerido que puede mejorar la calidad de vida de los pacientes. En cualquier caso, se necesita más investigación clínica controlada para ver en qué medida se pueden aplicar los cannabinoides en el tratamiento de la EP.
Insomnio/trastornos del sueño
El cannabis suele utilizarse para los trastornos del sueño y la evidencia científica disponible sugiere que tanto el THC como el CBD pueden modular el sueño. No obstante, al igual que sucede con muchas otras dolencias, solo existen pocos ensayos clínicos sobre el tema que no permitan extraer conclusiones fiables. Por tanto, es difícil definir los efectos concretos del THC y el CBD en el sueño y su potencial terapéutico en los trastornos del sueño. Aunque se necesitan más investigaciones clínicas sobre el tema, también es importante tener en cuenta que muchos pacientes comunican de forma fiable efectos beneficiosos tanto del THC como del CBD en sus patrones de sueño.
Reumatismo
Los datos clínicos sobre la eficacia de los canabinoides para tratar enfermedades reumáticas son muy limitados y variables, a pesar de que muchos pacientes han tratado sus síntomas con éxito. Las pruebas actuales sugieren que los canabinoides pueden tener efectos beneficiosos en el sueño y aliviar el dolor a los pacientes con reuma. Sin embargo, la baja calidad de los datos disponibles no permite hacer recomendaciones firmes en este sentido.
Trastornos psiquiátricos
Otra aplicación futura de los cannabinoides, aunque solo parcialmente entendida, está en el tratamiento de trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia, la ansiedad y el trastorno bipolar. Aunque el consumo a largo plazo de altas dosis de THC es un factor potencial de riesgo para el desarrollo de enfermedades mentales, otros cannabinoides parecen tener el efecto inverso. En particular, el CBD cannabinoide no psicoactivo ha mostrado tener potencial en el tratamiento de la ansiedad y de diferentes tipos de psicosis, como la esquizofrenia. En un estudio con CBD puro, se encontró que tenía propiedades antipsicóticas sustanciales en la esquizofrenia aguda, con una eficacia comparable a los fármacos estándar. En la actualidad, se están desarrollando variedades de cannabis con un alto contenido de CBD para responder a la creciente demanda de estas sustancias.