No todos los vaporizadores son iguales
Muchos de nosotros hemos oído hablar de vaporizadores, y al instante pensamos en los cigarrillos electrónicos o vapeadores. Sin embargo, estos no son los únicos tipos de vaporizadores disponibles.
Este artículo discute el tema de la administración de cannabis en flor por vaporización e inhalación en los pulmones. Evalúa varios aspectos de la vaporización, destacando la importancia de utilizar dispositivos de administración de grado médico en combinación con cannabis en flor de calidad farmacéutica estandarizada.
Los vaporizadores (como dispositivos médicos) para la administración de cannabis en flor son, de hecho, muy diferentes de los vapeadores o cigarrillos electrónicos. El vapor no contiene nicotina ni lleva sustancias como el propilenglicol líquido o el glicerol, ni contiene sabores sintéticos. Las grandes nubes de vapor socialmente intrusivas de los cigarrillos electrónicos no se aplican al uso medicinal del cannabis en flor por vaporización. Debe considerarse que actualmente ninguno de los cigarrillos electrónicos o vapeadores para la inhalación de cannabinoides ha sido sometido a pruebas científicas o clínicas.
Los dispositivos médicos en forma de vaporizador ofrecen a los pacientes un sistema de consumo eficaz, seguro y fácil de utilizar para el cannabis en flor. El vapor inhalado contiene THC, CBD y terpenos en cantidades consistentes y medibles. Esto es algo que no es posible con otro modo de administración oral. Es importante destacar que el uso de un dispositivo médico en forma de vaporizador evita las desventajas respiratorias del tabaquismo, eliminando prácticamente la exposición a compuestos tóxicos relacionados con el humo de cannabis.
El cannabis en flor de calidad farmacéutica, totalmente estandarizada, proporciona un medicamento adecuado para la vaporización y la inhalación en los pulmones.
El vapor del cannabis en flor contiene niveles terapéuticos de cannabinoides y terpenos. Los compuestos nocivos están prácticamente ausentes, haciendo que sea apto para el uso por parte de los pacientes inmunocomprometidos.
El contenido de vapor es rápidamente absorbido por los pulmones, mejorando la capacidad de ajustar la dosis y, por lo tanto, de minimizar los efectos secundarios. No existen compuestos pirolíticos que constituyan un riesgo para la exposición pasiva.
Cannabis en flor de calidad farmacéutica
Para que la vaporización sea verdaderamente efectiva, el producto de cannabis que se utiliza debe ser de calidad farmacéutica. El cannabis en flor totalmente estandarizado asegura la composición de la dosificación, la repetibilidad y la capacidad del paciente y del prescriptor de ajustar eficazmente la dosis por titulación. Un factor crítico para construir la base de la evidencia del cannabis medicinal, es ser capaz de comparar los resultados de diferentes ensayos clínicos y estudios a través del tiempo. Eso significa que se deben conocer la calidad y dosis exactas del cannabis, usadas para diversas condiciones.
Por último, se requiere la calidad farmacéutica del cannabis en flor desde una perspectiva de seguridad pública y del paciente. El cannabis en flor debe estar libre de contaminantes, como microbios, pesticidas y metales pesados, cualidades que hacen que el vapor sea seguro para la inhalación en los pulmones.
Una vía de administración eficiente
La vía de administración más eficiente del cannabis medicinal es por inhalación. De hecho, la administración por inhalación es una manera rápida de inducir niveles de suero medibles de cannabinoides.
“La vía de administración más eficiente del cannabis es la inhalación… El uso de un dispositivo vaporizador médico evita los inconvenientes respiratorios que produce fumar”.
Un dispositivo médico de vaporización, en comparación con el tabaquismo, reduce drásticamente las concentraciones de compuestos tóxicos como el monóxido de carbono, amoniaco y carbohidratos poliaromáticos (CPA). En comparación con el tabaquismo, son posibles mayores niveles terapéuticos de THC, así como una extracción y distribución reproducible y coherente del THC. El vapor es rápidamente absorbido por los pulmones, permitiendo que los pacientes titulen efectivamente para optimizar su dosis en función de la gravedad de los síntomas, la tolerabilidad y la evitación de efectos secundarios. El inicio rápido de los efectos del uso de cannabinoides inhalados permite una titulación más sencilla de la dosis, mientras que los productos estandarizados de cannabis permiten a los pacientes administrar una dosis exacta.
En la práctica, con la orientación del médico que prescribe, los pacientes inicialmente se centran en encontrar un rango de dosis que funcione para su condición específica. En promedio, los pacientes del programa neerlandés de cannabis medicinal solo utilizan 0,7 gramos de cannabis en flor al día, divididos en dosis múltiples.
El consumo de cannabis en forma de cigarrillos (porros) sigue siendo la forma más común de consumo en la actualidad, tanto para los usuarios médicos como para los usuarios recreativos a escala internacional. La ventaja de la vaporización sobre fumar es obvia con respecto a la irritación y a las complicaciones respiratorias resultantes de fumar. La presencia de componentes que no son THC, incluyendo terpenos antiinflamatorios, que protegen los pulmones de la irritación, están presentes en el vapor de cannabis en flor. Esto hace que la vaporización sea la opción obvia y más saludable para la administración de la gama completa de compuestos terapéuticos presentes en la planta de cannabis.
Perspectivas del paciente y la oferta de opciones
La importancia de la vaporización se subraya en las encuestas sobre el uso de los pacientes. La mayoría de los encuestados informan de puntuaciones más altas de satisfacción (aprobación) con la administración por inhalación. En general, la planta entera y los medicamentos a base de cannabis herbario recibieron puntuaciones más altas que otros productos que contenían cannabinoides aislados.
Aunque fumar puede ser un método de administración popular a escala internacional, es evidente que los pacientes están buscando alternativas a fumar. Los pacientes buscan un vaporizador fiable, asequible y portátil para administrar el cannabis en flor. Actualmente se está realizando una investigación dedicada a avanzar la tecnología de administración. Algunos ejemplos de los principales desarrollos en dispositivos médicos de vaporización, que utilizan cannabis en flor estandarizado, incluyen el vaporizador Syqe® (Syqe Medical) y el vaporizador Bedromedic®. Todos los dispositivos han confiado en el cannabis en flor estandarizado de Bedrocan para sus pruebas de calidad y ensayos clínicos.
Los dispositivos en forma de vaporizador médico, con dosis estandarizadas, subrayan la garantía de calidad, la seguridad y la eficacia. Con estos avances técnicos de administración, fumar cannabis en flor pronto puede ser algo del pasado. Con el respaldo de estudios científicos adecuados, el cannabis medicinal en flor se convertirá en una terapéutica aceptable entre pacientes, prescriptores y autoridades reguladoras.
Exposición de segunda mano
El contenido de vapor de cannabis exhalado no contiene compuestos pirolíticos para la exposición de segunda mano. Sin embargo, no se sabe exactamente cómo se dispersa el vapor exhalado en el aire y si puede haber niveles significativos de cannabinoides presentes en el vapor exhalado. Todavía no se han realizado estudios relativos a la dispersión de nubes de vapor. Como resultado, no se ha determinado si la ingesta pasiva de cannabinoides presentaría un riesgo ocupacional para los profesionales de la salud y otros cuidadores. Si bien los niveles no son críticos para la salud y la seguridad, esta es una investigación futura importante que se debería realizar.
Vaporizador
Administración
La absorción a través de los pulmones podría reducir la ingesta diaria total.
Tipo de dosis
Cannabis en flor y granulado. Un vapor de cannabinoides y terpenoides.
Inicio
Muy eficiente y de actuación rápida. Entre 2 y 10 minutos.
Duración
Entre 2 y 4 horas.