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Bedrocan obtiene la certificación GMP para sus instalaciones en Dinamarca

Recientemente, el nuevo centro de producción danés ha superado con nota la inspección GMP de buenas prácticas de fabricación realizada por la Agencia de Medicamentos de Dinamarca, la DKMA. Bedrocan obtiene así de las autoridades danesas la certificación GMP que permite iniciar el cultivo. La junta directiva de Bedrocan quiere felicitar a todos los empleados que han participado en este gran logro. Las actividades de cultivo avanzan ahora viento en popa para poder suministrar a los primeros clientes en 2025. En breve se comenzará también a contratar al nuevo personal, incluidos procesadores y embaladores.

Primera auditoría

«Que los inspectores se sintieran satisfechos con su primera auditoría es algo muy significativo para nuestra empresa y nuestro sector. Haber sido capaces de transferir al mismo nivel los conocimientos y experiencia de los Países Bajos a otra jurisdicción es prueba de una profesionalidad sin parangón», ha destacado con orgullo el CEO, Jaap Erkelens. Bedrocan es un productor de cannabis neerlandés que, además de operar dos centros de cultivo en los Países Bajos, ha inaugurado instalaciones totalmente nuevas en Køge y ahora también trata de impulsar la antigua planta de producción de Canadá. «Estoy convencido», ha señalado también Erkelens, «de que podemos aplicar esta experiencia danesa en cualquier lugar del mundo como el concepto de Bedrocan para los medicamentos con cannabis».

Anual de producción

La certificación se obtuvo poco antes del final de 2024, y los empleados no podrían haberse imaginado una mejor manera de cerrar el año y el proyecto. Las instalaciones danesas tratarán de satisfacer la creciente demanda del cannabis medicinal estandarizado de Bedrocan. El nuevo centro tiene una capacidad anual de producción de 2300 kilos.

Los escáneres cerebrales muestran los efectos del CBD en las psicosis

¿Qué ocurre en el cerebro de los pacientes psiquiátricos cuando se les administra CBD? ¿Y especialmente en los pacientes con psicosis? El investigador principal Matthijs Bossong, que trabaja para Bedrocan, estaba tan fascinado por esta pregunta que dedicó tres años a recopilar datos en el University Medical Center Utrecht para conocer mejor los efectos del cannabidiol (CBD) en el cerebro.

Durante el estudio, 31 pacientes recibieron una cápsula, que contenía 600 miligramos de CBD o placebo, cada día durante cuatro semanas. Antes y después del tratamiento se realizaron y compararon resonancias magnéticas. De los escáneres se desprende que el CBD tiene un efecto positivo en las conexiones cerebrales implicadas en la psicosis. Bossong: «Después de la administración, la conectividad entre las regiones cerebrales se normalizó. Estudios previos ya habían demostrado que el CBD puede tener un efecto positivo en las molestias y los síntomas de los pacientes. Hemos demostrado por primera vez qué mecanismos del cerebro están implicados».

¿Por qué le pareció importante mostrar lo que el CBD hace al cerebro?

Siempre me ha fascinado el comportamiento desviado, y en este estudio también hablé con pacientes que apenas podían distinguir la verdad de la ficción. El trastorno psicótico es una enfermedad cerebral muy grave, en la que las personas sufren delirios y alucinaciones. Sin embargo, la medicación disponible tiene una eficacia limitada en un grupo significativo de pacientes con psicosis. Por lo tanto, existe una necesidad urgente de nuevos medicamentos. Tras concluir en mi investigación doctoral que la administración de THC, la sustancia psicoactiva del cannabis, a voluntarios sanos, provoca resultados en una función cerebral «similar a la psicosis», se me ocurrió la idea de comprobar si el tratamiento con CBD para pacientes con psicosis podría producir la normalización de la función cerebral anormal.

¿Qué ocurre en el cerebro de una persona con psicosis?

Sabemos que en los pacientes con un trastorno psicótico, una serie de funciones cerebrales están alteradas. Por ejemplo, la conexión, la conectividad entre una serie de áreas cerebrales importantes se ve alterada en los pacientes en la llamada «red de modo por defecto». Se trata de una red de regiones cerebrales que están activas cuando la atención se dirige hacia el interior, hacia los propios pensamientos y percepciones. La conectividad alterada en la red de modo por defecto está implicada en la experiencia de delirios y alucinaciones.

¿Cómo se puede ver que la conectividad cerebral se normaliza tras el consumo de CBD en una resonancia magnética?

La conectividad funcional significa que ciertas regiones del cerebro están activas al mismo tiempo. Por ejemplo, cuando sueñas absorto en tus propios pensamientos, ciertas áreas cerebrales se activan conjuntamente, mientras que otras áreas muestran actividad cuando realizas una tarea de memoria difícil. Esta coherencia se puede medir en actividad al realizar una serie de cálculos en las resonancias magnéticas funcionales realizadas.

¿Los pacientes que participaron en el estudio también se sintieron mejor?

En este estudio hemos demostrado que la normalización de la función cerebral tras la administración de CBD se asocia a una disminución de las molestias y los síntomas. Los pacientes que mostraron una mejora de la función cerebral tras el tratamiento con CBD también experimentaron menos síntomas psicóticos. Esto indica que los efectos del CBD sobre la función cerebral están implicados en la mejora clínica de los pacientes.

El consumo de cannabis también puede desencadenar psicosis. ¿Su investigación también dice algo sobre este hecho?

La sustancia del cannabis responsable de la relación entre el consumo de cannabis y la aparición de psicosis es el THC. El CBD es, por así decirlo, la contraparte del THC. Mientras que el THC puede desencadenar psicosis, nuestra investigación contribuye a la idea de que el CBD, en cambio, tiene propiedades antipsicóticas.

Los resultados del estudio se acaban de publicar en la revista Journal of Psychiatric Research.

El problema del aceite de CBD

La calidad del aceite de CBD, y de otros productos con CBD, en el mercado global puede variar drásticamente. Desde medicamentos con recetas de calidad farmacéutica hasta aquellos de dudosa calidad e, incluso, directamente peligrosos.

El canabidiol (CBD) ha suscitado un gran interés y, también, inversiones. Esto se debe en parte a que, a diferencia del THC, no es estupefaciente. [1] [2] También se ha reclasificado en una serie de países, permitiendo su uso como medicamento con receta. [3] [4] En el contexto del cambio normativo, el CBD se ha presentado en todo el mundo como un medicamento milagroso, casi una panacea.

El aumento del uso de aceites de CBD, o de cualquier otro producto con CBD, refleja un gran aumento de la automedicación. La tendencia destaca el riesgo de que la población tome dosis elevadas de un medicamento del que todavía sabemos muy poco. [5]

Aceite de CBD

El aumento de los aceites de CBD

“Charlottes Choice” desencadenó una tormenta en internet. El vídeo y la historia se hicieron virales. “La administración oral de CBD redujo los ataques epilépticos de una niña provocados por el síndrome de Dravet.” [6] [7] [8] La atención que le prestaron los medios de comunicación aumentó la demanda de aceite de CBD, [9] mientras que los poderes políticos fomentaron la accesibilidad. [10]

Aunque la información anecdótica disparó el interés en los tratamientos con cannabinoides, la falta de pruebas clínicas no apoyaba la seguridad ni la eficacia. Posteriormente, GW Pharmaceuticals publicó una investigación a fondo que apoyaba el uso de CBD en el tratamiento de la epilepsia resistente (es decir, el síndrome de Dravet y el síndrome de Lennox-Gastaut). Epidiolex™ recibió posteriormente la autorización de la FDA. [11]

Más allá, alejándose del uso para la epilepsia, el CBD ganó terreno para otras enfermedades. Con la gran promesa de su potencial terapéutico, unido a la falta de control normativo, ha surgido un gigantesco mercado mundial (sin control) de productos de CBD. [12]

Los productos no supervisados, o con un control escaso, son un problema tanto para los consumidores como para los pacientes. Es posible que el contenido de cannabinoides no se indique correctamente ni sea comprobado por un laboratorio certificado. Lo productos pueden no tener nada de CBD, mientras que otros pueden contener dosis elevadas de THC. [13] Entre estos productos sospechosos también pueden incluirse los disolventes de fabricación residual y contaminantes como microbios, pesticidas, metales pesados o micotoxinas. [14] Además de suponer una amenaza para los consumidores, la falta de homogeneidad de los productos dificulta la evaluación de los efectos terapéuticos. [15]

Se espera que la demanda de CBD aumente considerablemente si el CBD se aprueba para su uso en productos de bienestar (por ejemplo, lociones, bálsamos, gotas de vía oral) o si se incluye en productos de consumo (es decir, bebidas y otros alimentos). Esta tendencia podría verse impulsada en parte por el poderoso sector del alcohol debido al peso de compañías como Constellation Brands (una empresa de alcohol) y Canopy Growth Corporation (un productor canadiense de cannabis recreativo/medicinal). [16]

¿El aceite de CDB puede causar daño?

Parece haber un consenso general de la seguridad e inocuidad del CBD. Quizás ello se deba al hecho de que no es estupefaciente, junto a su éxito relativo en algunos casos concretos.

En la FDA se está debatiendo sobre este asunto en particular: “Hay muchas preguntas sin responder acerca de la base científica, la seguridad y la calidad de los productos con CBD”. [17] Por lo tanto, si se demuestra que CBD es una sustancia arriesgada, que provoca daños como la intoxicación del hígado, toda la industria que tanto ha invertido en él se verá sometida a un severo escrutinio. Muchas empresas podrían quebrar.

El CBD es un medicamento, por lo que siempre debe consultar a un médico

Si el CBD afecta al sistema endocannabinoide, también puede alterar dicho sistema. También hay muchas incógnitas sobre el CBD, especialmente sobre su uso a largo plazo y en dosis diarias elevadas. [18] [19]

Algunos efectos secundarios del CBD pueden incluir fatiga, diarrea, menor apetito y pérdida de peso. [20] [21] Además, CBD suele ser un tratamiento adicional (se toma con otros medicamentos) y es metabolizado por las enzimas del sistema del citocromo P450 del hígado (CYP450). Al tomarse con otros medicamentos metabolizados por el sistema CYP450, hay posibilidad de que se produzca interacción farmacológica. [22] Por último, se recomienda el ajuste de la dosis en pacientes con insuficiencia hepática moderada o grave, para reducir la sobrecarga del proceso metabólico. [23]

La frecuente “automedicación” constituye un riesgo más allá de que se trate de productos de baja calidad. Debe informarse a los consumidores y pacientes a que pregunten o informen a los profesionales sanitarios antes de utilizar CBD. Los profesionales sanitarios deben sugerir únicamente productos estandarizados, fiables y seguros, preferiblemente con calidad farmacéutica. Esto implica, normalmente, su adquisición en farmacias.

Un aceite de CBD de confianza, o cualquier producto que contenga CBD, debe tener un certificado de análisis (CoA) que confirme el contenido de CBD que se indica en la etiqueta (miligramos por mililitro [mg/mL], y que esté libre de contaminantes. El CoA es emitido por un laboratorio independiente contratado. Pídalo. [24] Un producto de calidad posiblemente también tendrá reseñas en internet, que pueden compararse con el Coa.

La calidad es la cuestión clave del mercado del aceite de CBD

Los productos de CBD pueden adquirirse en línea, se distribuyen a través de canales informales o en la farmacia. En Europa y Estado Unidos, muchos se venden como suplementos nutricionales, y la mayoría de ellos no han sido autorizados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ni el Departamento de Alimentos y Medicamentos (FDA).

El control de calidad y la estandarización son fundamentales. El uso de materiales y métodos de calidad por debajo del estándar, por ejemplo, aumenta el riesgo de variación entre lotes de productos y el potencial de contaminación farmacológica (es decir, toxicidad) [25] [26] [27] [28] [29]. Los productos de buena calidad son fabricados por empresas farmacéuticas, o con formulaciones magistrales. El proceso de fabricación asegura la potencia, pureza y monitorización homogéneas de las operaciones de fabricación. Los productores no controlados no pueden garantizar a los consumidores y a los pacientes este nivel de calidad.

En suma, hay una grave necesidad de confirmación del valor clínico del CBD, así como de regular adecuadamente su calidad y distribución como producto médico potencial.

Referencias

[1] Kowal, M., Hazekamp, A., Colzato, L., van Steenbergen, H., Hommel, B.. (2013). Modulation of cognitive and emotional processing by cannabidiol: the role of the anterior cingulate cortex. Frontiers in Human Neuroscience. 7

[2] Mechoulam, R., Parker, L., Gallily, R. (2002). Cannabidiol: An Overview of Some Pharmacological Aspects. The Journal of Clinical Pharmacology. 42(S1):11S-19S

[3] Por ejemplo, Nueva Zelanda actualmente permite el CBD como medicamento recetado, mientras que Australia está considerando el CBD en dosis bajas como medicamentos exclusivos para farmacia.

[4] A pesar de su uso generalizado, el CBD sigue siendo una droga controlada. La Convención Única de las Naciones Unidas de 1961 incluye el cannabis y sus preparados en la Lista I (extractos y tinturas) y en la Lista IV (cannabis y resina). Teniendo en cuenta que el CBD se deriva del cannabis, es una droga controlada.

[5] Organización Mundial de la Salud (WHO), Cannabidiol critical review report. WHO Expert Committee on Drug dependence. Geneva; June 2018. Recuperado en línea el 28 de octubre de 2020

[6] Marijuana stops child’s severe seizures. Recuperado en línea el 28 de octubre de 2020

[7] Charlotte’s Web CBD products: 2020 review. Recuperado en línea el 28 de octubre de 2020

[8] Charlotte’s Web. Recuperado en línea el 28 de octubre de 2020

[9] Epilepsy patients flock to Colorado after medical pot gives them hope. Recuperado en línea el 28 de octubre de 2020

[10] Medicinal cannabis: Victorian families hopeful as state grows crop to treat children with severe epilepsy. Recuperado en línea el 28 de octubre de 2020

[11] FDA approves first drug comprised of an active ingredient derived from marijuana to treat rare, severe forms of epilepsy. U.S. Food and Drug Administration. Recuperado en línea el 28 de octubre de 2020

[12] Dance, a. (2019).  As CBD skyrockets in popularity, scientists scramble to understand how it’s metabolized. Nature magazine on November 14, 2019. Recuperado en línea el 28 de octubre de 2020

[13] Hazekamp, A. (2018). The trouble with CBD oil. Med Cannabis Cannabinoids;1:65–72

[14] Romano, L & Hazekamp A. (2013). Cannabis Oil: chemical evaluation of an upcoming cannabis-based medicine. Cannabinoids;1(1):1-11

[15] Freeman, T., et al. (2019). Medicinal use of cannabis based products and cannabinoids. BMJ 2019;365:l1141

[16] What Constellation Brands’ massive investment in Canopy Growth Corp. means for both companies. Recuperado en línea el 28 de octubre de 2020

[17] Actualizaciones para consumidores de la FDA. What you need to know (and what we’re working to find out) About Products Containing Cannabis or Cannabis-derived Compounds, Including CBD. Recuperado en línea el 28 de octubre de 2020

[18] Ibid

[19] Huestis, M., et al. (2019). Cannabidiol adverse effects and toxicity. Curr Neuropharmacol. oct 2019; 17(10): 974–989

[20] Epidiolex. Highlights of prescribing information. Recuperado en línea el 28 de octubre de 2020

[21] Iffland, K., & Grotenhermen, F. (2019). An update on safety and side effects of cannabidiol: A review of clinical data and relevant animal studies. Cannabis Cannabinoid Res. 2017; 2(1): 139–154.

[22] Lucus, C., et al. (2018). The pharmacokinetics and the pharmacodynamics of cannabinoids. Br J Clin Pharmacol (2018) 84 2477–2482 2477

[23] Ibid

[24] Consulte esta referencia para obtener consejos. Chesak, J., (2019). Reading a CBD label: How to find a quality product. Recuperado en línea el 28 de octubre de 2020

[25] Hazekamp, A. An evaluation of the quality of medicinal grade cannabis in the Netherlands. Cannabinoids 2006;1(1):1-9

En comparación con el cannabis farmacéutico, se ha descubierto que el cannabis no farmacéutico contiene menos cannabinoides, está contaminado con bacterias y hongos y, a menudo, contiene pesticidas, fungicidas o metales pesados.

[26] Bettiol et al. (2019). Galenic preparations of therapeutic Cannabis sativa differ in cannabinoids concentration: A quantitative analysis of variability and possible clinical implications. Front. Pharmacol., 17 January 2019 |

[27] Calvi, L., et al. (2018). Comprehensive quality evaluation of medical Cannabis sativa L. inflorescence and macerated oils based on HS-SPME coupled to GC-MS and LC-HRMS (q-exactive orbitrap®) approach. J Pharm Biomed Anal. 2018 Feb 20;150:208-219

[28] Hazekamp, A. (2018). The trouble with CBD oil. Med Cannabis Cannabinoids;1:65–72

[29] Romano, L & Hazekamp A. (2013). Cannabis Oil: chemical evaluation of an upcoming cannabis-based medicine. Cannabinoids;1(1):1-11

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